La muerte es una realidad ineludible que todos enfrentamos, pero no es el final de nuestra existencia. A través de las Escrituras, Dios nos ofrece promesas reconfortantes sobre lo que sucede después de la muerte, brindándonos esperanza y certeza en medio de la incertidumbre. Estas promesas nos aseguran que la muerte no es un adiós definitivo, sino un paso hacia una nueva vida en la presencia de Dios.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:2-3 RV60
Promesas Bíblicas
1 Corintios 15:54-55
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1 Corintios 15:54-55 RV60
Apocalipsis 21:4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 21:4 RV60
Filipenses 1:23
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.
Filipenses 1:23 RV60
2 Corintios 5:8
Preferiríamos abandonar el cuerpo y vivir junto al Señor.
2 Corintios 5:8 RV60
1 Tesalonicenses 4:17
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
1 Tesalonicenses 4:17 RV60
Lucas 23:43
Y Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:43 RV60
Apocalipsis 14:13
Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Apocalipsis 14:13 RV60
Juan 11:25-26
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
Juan 11:25-26 RV60
Hebreos 9:27-28
Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Hebreos 9:27-28 RV60
La muerte es solo un umbral que conduce a la eternidad prometida por Dios. Las promesas divinas sobre lo que sigue después de la muerte nos ofrecen consuelo, esperanza y una perspectiva eterna en medio de la efímera existencia terrenal. Aunque la muerte puede parecer un final, para aquellos que creen, es simplemente el comienzo de una vida eterna en la presencia de Dios, donde el dolor, el sufrimiento y las lágrimas no tienen lugar. Estas promesas nos invitan a vivir con propósito, fe y la certeza de un futuro glorioso más allá de la muerte.
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