La salvación y la vida eterna son dos de los regalos más preciosos que Dios ofrece a la humanidad. A través de las Escrituras, Dios nos revela su plan redentor y nos invita a aceptar su gracia inmerecida. Estas promesas bíblicas son un recordatorio del amor incondicional de Dios y de su deseo de que todos los seres humanos experimenten la plenitud de la vida en su presencia, tanto ahora como en la eternidad.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 5:24 RV60
Promesas de Vida Eterna en la Biblia
Romanos 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23 RV60
Juan 10:28
Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan 10:28 RV60
1 Juan 5:11-12
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:11-12 RV60
Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Juan 3:36 RV60
Tito 3:5-7
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tito 3:5-7 RV60
Juan 6:47
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Juan 6:47 RV60
Juan 11:25-26
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
Juan 11:25-26 RV60
Hebreos 5:9
Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.
Hebreos 5:9 RV60
1 Pedro 1:3-5
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1 Pedro 1:3-5 RV60
La salvación y la vida eterna son promesas divinas que trascienden nuestra comprensión humana. Son regalos que Dios ofrece libremente a todos, sin distinción. Estas promesas nos recuerdan que, a pesar de nuestras imperfecciones, Dios nos ama incondicionalmente y desea que estemos con Él para siempre. Al reflexionar sobre estas promesas, somos llamados a responder con fe, gratitud y un compromiso renovado de vivir según la voluntad de Dios, sabiendo que nuestra esperanza final reside en la eternidad con Él.
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